¿Sabes por qué fracasan tantos negocios? Según un estudio real de CB Insights que analizó más de 100 startups fallidas, el 42% fracasó porque no resolvían una necesidad real del mercado. Y esto, mi querida, está DIRECTAMENTE relacionado con no tener una propuesta de valor clara y diferenciada. De hecho, el 17% adicional fracasó por no escuchar a sus clientes. ¡Eso suma casi 6 de cada 10 negocios que se van al traste por no entender su verdadero valor!
¿Y sabes qué es lo peor? Que muchas creen que tener un eslogan bonito o una frase pegajosa es suficiente. ¡NO ES ASI! Déjame contarte por qué esto es tan importante…
La propuesta de valor NO es lo que tú crees
Cuando mis impulsadas (así llamo cariñosamente a mis clientas) llegan a mi consultoría, casi todas confunden propuesta de valor con eslogan. Es como si me dijeran que un tatuaje temporal es lo mismo que uno permanente. No es «Just Do It» y ya está.
La propuesta de valor es LA RAZÓN REAL por la que alguien debería gastarse su dinero contigo y no con la competencia. Es el corazón latente de tu negocio, es lo que hace que tu marca respire y tenga vida propia.
Cuando trabajaba con impulsada, dueña de una pastelería, ella me decía: «Mi propuesta es que hago los mejores cupcakes del país». Y yo, con amor, le respondí: «¿Y qué? Tu competidora de la esquina dice exactamente lo mismo».
Después de nuestras sesiones, su propuesta se transformó en: «Creamos experiencias dulces personalizadas con ingredientes 100% orgánicos y la garantía de que si no sacas una sonrisa con nuestro postre, te devolvemos tu dinero». ¿Ves la diferencia? Sus ventas aumentaron un 42% en solo tres meses, por cambiar su enfoque y comunicar de forma estratégica su propuesta de valor.
El proceso para crear una propuesta de valor de VERDAD
En mis sesiones de mentoring y asesoría la propuesta de valor viene DESPUÉS de haber definido claramente cómo te diferencias de tu competencia. Este es un proceso deliberado, estructurado y estratégico.
Mira lo que hago con mis impulsadas:
- Analizamos brutalmente a la competencia. Sin miedo, sin filtros. ¿Qué hacen bien? ¿En qué fallan? Airbnb no se limitó a decir «alquilamos casas». Vieron que los hoteles eran impersonales y crearon su propuesta: «Vive como un local donde sea que vayas».
- Identificamos el dolor REAL del cliente. No lo que TÚ crees que le duele, sino lo que DE VERDAD le quita el sueño. Cuando trabajé con un despacho contable pequeño, descubrimos que sus clientes no tenían miedo a pagar impuestos altos, sino a las multas inesperadas. Su propuesta pasó a ser: «Contabilidad preventiva: te garantizamos cero sorpresas fiscales o nosotros pagamos la multa».
- Traducimos tus fortalezas en beneficios concretos. No me digas que eres «apasionada» o «profesional». Eso lo dice todo el mundo. Dime QUÉ HACE tu pasión por tu cliente. Buffer no solo ofrece gestión de redes sociales; su propuesta es: «Publicaciones programadas que obtienen un 40% más de engagement, comprobado por datos».
Mi mayor fracaso me enseñó esto sobre la propuesta de valor
Hace años, cuando empecé con Yo Te Impulso, cometí exactamente este error. Mi propuesta era genérica: «Yo Te impulso a vivir de tu pasión». ¿Y adivina qué? Pasé seis meses casi sin clientes. Pero claro, para ese tiempo tampoco los estaba buscando por que aún estaba en mi empleo corporativo.
Fue cuando me senté, analicé mi mercado, y rehice todo. Mi propuesta cambió a: «Yo Te Impulso a transformar tu pasión en un negocio próspero que te brinde libertad y felicidad». Más claro ¿verdad? Pero funcionó porque:
- Es específica.
- Digo cuál es el resultado que lograrás al tenerme como mentora en tu negocio.
- Se centra en lo que mi cliente quiere.
Por qué tu equipo DEBE respirar tu propuesta de valor
Escúchame bien: NO BASTA con que tú conozcas tu propuesta de valor. Todo tu equipo tiene que vivirla, respirarla y aplicarla en CADA INTERACCIÓN.
Zappos no solo dice que su atención al cliente es excelente. Su propuesta es «Entregas y devoluciones gratuitas, atención 24/7 y conversaciones de servicio al cliente sin guiones ni límites de tiempo». ¿Y sabes qué? Su récord es una llamada de servicio al cliente de 10 HORAS. Sí, leíste bien. Un agente atendió a un cliente durante 10 horas porque la propuesta de valor está en el ADN de cada empleado.
En mis talleres con equipos, siempre hago este ejercicio: pregunto aleatoriamente a cualquier empleado cuál es la propuesta de valor de la empresa. Si dudan o dan versiones diferentes, tenemos un problema GRAVE.
Comunica tu propuesta de valor en TODOS lados (y no, no es opcional)
La propuesta de valor no es un documento secreto que guardas en un cajón. Debe gritarse desde las azoteas, susurrarse en los oídos de tus clientes y reflejarse en cada punto de contacto con tu marca.
¿De qué sirve tener la mejor propuesta si nadie la conoce?
La prueba de fuego: ¿Tu propuesta de valor pasa este test?
Antes de irme, te dejo el test que uso con todas mis impulsadas. Tu propuesta de valor debe poder responder estas preguntas con un rotundo SÍ:
- ¿Explica claramente POR QUÉ alguien debería elegirte?
- ¿Define lo que te hace DIFERENTE de manera específica?
- ¿Muestra CÓMO generas valor con ejemplos o garantías concretas?
- ¿Es algo que puedes CUMPLIR consistentemente?
- ¿La puede entender un niño de 10 años?
- ¿Tu equipo la puede repetir sin dudar?
Si respondiste que NO a alguna, no te preocupes. Roma no se construyó en un día, y tu propuesta de valor tampoco. Pero ahora sabes por dónde empezar.
Recuerda: la propuesta de valor es el alma de tu marca, la esencia de lo que haces por tus clientes. No son solo palabras bonitas; es un compromiso que debes cumplir cada día, con cada cliente, en cada interacción.
Y si necesitas ayuda para definirla, ya sabes dónde encontrarme. Porque mi propuesta de valor es clara: «Yo Te Impulso a transformar tu pasión en un negocio próspero, que te brinde libertad y felicidad».
¿Y tú? ¿Cuál es la tuya?
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